viernes, 24 de mayo de 2019

Ensayo con conciencia



 Es de amigo ser agradecido, refranean los humanos como un mantra. No deja de ser un pensamiento evidente que para un gato no necesita refrán, pero a los humanos les gusta confirmar lo evidente. En fin, para gustos, especies, y no voy yo a criticar memeces. Si mi amo se siente agradecido con el señor David P. Sandoval hasta el nivel de recomendar su ensayo sobre qué es ser hoy un hombre y/o sufrir esa maldición llamada paternidad no se lo voy a negar. Además, el ensayo hasta es decente.

 Aunque los gatos nunca perderíamos el tiempo en una cosa así. Los felinos tenemos clara conciencia de la división por sexos y el papel que se nos otorga a cada uno: El macho pasea y la hembra cría. Parece que el ser humano, según Sandoval, siguió una senda parecida hasta hace poco, con el añadido de que muchos machos, aparte de pasear, puteaban a otros machos, hembras y crías con toda clase de maquinaciones y esclavitudes sociales para que no molestasen la tranquilidad de sus paseos.    

 Luego llegó la época post post moderna, donde el feminismo combativo, a la gresca con lo establecido desde hace más de un siglo, por fin empezó a triunfar en la conciencia general. Con merecimiento, pero también con excesos de corte orweliano (¡Habla la Neolengua, patriarcón!).

Con ese lento, pero progresivo, triunfo del feminismo también cambió el concepto de paternidad, cuya evolución el señor Sandoval nos ofrece mediante toques biográficos sobre su niñez y su vida actual de progenitor de dos rapaces madrileños. No cuento nada más, lean el ensayo y juzguen ustedes.

La obra, en mi felina opinión, cae en la recomendación de la búsqueda del término medio aristotélico como respuesta a las dudas del hombre y padre de nuestra época, pese a que el señor Sandoval reniegue de Aristóteles y se proclame una especie de ecléctico. Pero bueno, todos sabemos que un ecléctico no deja de ser un pensador que se conforma con el término medio de todas las filosofías.

  En definitiva, si quieren el testimonio de las dudas y pensamientos de un hombre y padre de nuestro tiempo, habitante de la jungla madrileña, preocupado por el futuro de su condición y la deriva que llevarán sus hijos en el mundo repostmoderno que se avecina, compren este ensayo y lean lo que el señor Sandoval quiere decirnos y despertar en sus conciencias.

 Además, tiene un gato. No es un cualquiera.