miércoles, 31 de agosto de 2011

Ya era hora

Al fin he podido conectarme y crear un blog.
Soy el primer gato que hablará de su "amo" sin tapujos.
Y me preguntaréis quién soy y como aprendí a escribir, conectarme a internet y hacer lo que estáis viendo. Vale, es una pregunta lógica. Pero no tiene importancia. Soy un gato como todos: un bigote con cuatro patas que te mira con indiferencia. Ya tengo bastante con mi bípedo como para hablar de mí. Además, los gatos somos reservados por naturaleza. Preferimos curiosear lo que nos rodea a pensar y contar tonterías sobre nuestra existencia. Por lo que no diré más sobre mi persona.
La primera vez que vi a ese tipo que dice ser mi amo fue en el borde de una carretera. Yo era un gatito de pocos meses con ganas de ver mundo y él era el típico bípedo de buen corazón que recoge gatitos sin preguntarles si están perdidos. Me llevó a su mujer, le caí simpático, fui entonces aceptado en su minimundo y desde aquella hasta hoy.  Pasé del campo a un piso con camas, sofás, comida, bebida, criados humanos y cosas que arañar. En fin, vivo como un dios.
  El bípedo que se las da de mi amo es feo, bajito y cabreado. Pero se califica sí mismo como medianamente guapo, fibroso y optimista vital.  Por lo que escribe cuentos cargados de mala leche que algunos críticos y él mismo califican como humor inteligente.
Dentro de unos meses le publicarán una novela, por lo que decidí empezar este blog para describir al público las fobias, filias, manías y demás términos griegos que lo definen. Me temo que no será cosa fácil, pero puede ser divertido.
  Ya seguiré. Ahora tengo una cita con las croquetas de pollo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario