miércoles, 18 de abril de 2012

Historia Alternativa


 Mi amo sigue triste por el bosque quemado cerca de casa. Está más difuso de lo habitual, que ya es decir, mascullando en el sillón quejas indescifrables,  mientras se distrae leyendo una recopilación de cuentos ucrónicos. Quizá porque la realidad quemada del paisaje invita a ojear en otros mundos alternativos.
 Lee el libro cuya portada les pongo arriba. Un primer volumen de historias de autores americanos especializados en el género que ellos llaman "What if" y nuestra pedantería latina con el rimbobante palabro de "Ucronía". Una obra publicada por su querida editorial AJEC.   
 Yo ya lo leí antes que mi amo, siempre liado en chorradas que limitan sus lecturas, y puedo decir que es una buena elección. Los cuentos son variados en argumento y tamaño (el último es realmente una novela corta), sin conexión temática más allá de ser ucronías, pero ofreciendo en su corta selección una buena muestra del género.
  Tenemos una primera historia "En las Tierras del Fondo", de H. Turtledove, enseña de los ucronistas americanos, donde nos muestra un mundo sin Mar Mediterráneo, habitado por Sapiens y Neanderthales, donde lo que debería ser fondo marino es un parque natural con visitas guiadas. En una de esas visitas por un mundo descrito al detalle y muy creíble, surge el misterio y una intriga política que arrastra al lector. Se nota que Turtledove se mueve cómodo en el género, desarrollándolo con interés y enganchándolo a la trama principal de una manera magistral, no como un simple escenario.
 El segundo cuento es "El Efecto Ashbazu", de John McDaid. Cuento corto, con una premisa interesante como es que los sumerios descubran la imprenta, pero que no me llega a parecer creíble. La difusión de la imprenta no puede producir una rápida alfabetización de la sociedad. Menos si utiliza el complicado cuneiforme.
El tercero es "0 Uno", de Chris Roberson, donde un funcionario contable de un imperio chino que domina el mundo  se debe enfrentar a una amenaza terrible para su status y el orden cósmico: la invención de la calculadora. Trama ingeniosa y escenario que pide más descripción y detalle, pero que no deja de ser sugerente.
 El cuarto es "Los misteriosos Iowans", de Paul di Philippo, un autor gurú del steampunk y dotado de un peculiar sentido del humor que a mi amo le atrae.  Sin embargo, esta historia no le parece creíble, como una continuación demasiado barroca y cogida por los pelos de la Isla Misteriosa de Verne. Aunque desde luego, totalmente recomendable porque Di Philippo sabe narrar una historia y enganchar al lector más reticente, lo que no es nada fácil.
El último cuento, realmente novela corta, es "El otro lado de la medianoche: Año Drácula 1981", de Kim Newman. Y sí, va de vampiros como da a entender el título. Pero unos vampiros que viven en sociedad con los humanos, aceptados en el sistema y usados por él. Argumento bien llevado y genialmente ambientado en un Hollywood de cine negro, con detective vampira y textos añadidos de guiones de un Orson Welles dispuesto a madurar de una vez haciendo la gran obra que nunca pudo llevar a la pantalla. Pero un mundo como el nuestro, con los mismos personajes históricos, al que solo se le añaden vampiros... ¿es una ucronía? Dejo campar a la duda.

En fin, que mi amo lo siga leyendo. A ver si se le va la tristeza ecológica que lo invade. 
 Yo, a lo mío, a reclamar mi lata de atún con el pertinente arañazo.

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